Hay muchas entradas sobre todo lo que conlleva la
preparación del examen pero pocas relacionadas con el después. Y me apetecía, a
una semana de decidir mi futuro, hablaros de esto.
Todos estamos de acuerdo con que llevar una rutina de
estudio durante meses y meses es muy duro pero, ¿qué ocurre cuando el examen ya
ha acabado?
Entregué mi hoja de examen con una sensación rara, no creía
que lo había bordado pero tampoco que había sido desastroso. Si os digo la
verdad, NO TENÍA NI IDEA. Salí, y justo me encontré con compañeras mías de
academia que se lamentaban diciendo que las había salido fatal (a mi creía que
no e incluso algunas preguntas a mi parecer, me resultaron tiradas, sabiendo la
dificultad del EIR). Esperaba con ansia viva el dichoso 1 de febrero desde hace
rato y siempre imaginaba que me iba a pegar un fiestón porque ya todo, por fin,
había terminado. Bien, ni me pegué esa fiesta ni todo había terminado, sino que
no había hecho más que empezar.
Estaba tan agotada, con tanto estrés acumulado de meses
atrás y sobre todo de ENERO (qué mes, qué mes!!) que lo único que me apetecía
era cenar en plan tranquilo y meterme en la cama a la voz de ya. Ja, ¿sabéis
que no me pude dormir hasta bien pasadas las 5 de la mañana? Me aparecían
preguntas en la cabeza como si de flashes de trataran, pensando, sin yo
quererlo, en si las respuestas que yo había marcado serían correctas o no. No
me quitaba el examen de la cabeza, y eso que ya estaba hecho, que no había
vuelta atrás! pero no lo podía evitar y más sabiendo que los profesores de la
academia estaban corrigiéndolo a esas horas… lo que no supe en esos momentos, a
escasas horas de hacer el EIR, es que mi ‘’tortura’’ iba a dar comienzo… yo,
que daba por hecho que lo peor de lo peor de lo peor era el examen en sí, que
no me iba a preocupar de nada más a posteriori y que disfrutaría con júbilo de
mis merecidas vacaciones.
Los días de después la cosa no cambió (sí, yo misma os he
recomendado en la entrada anterior que hay que desconectar, pero es que soy
así, muy burra, y los pensamientos fluían hacia una misma cosa) lo único que me
apetecía de momento era tumbarme en el sofá y no HACER NADA. ¡Y para mí era un
lujazo! Hace mucho que no me acordaba lo que significaba la placentera
situación de coger la manta, poner la tele y tumbarte a la bartolaza sin preocuparse
ni por la hora ni por nada. Pero eso no me terminaba de compensar, yo estaba
mal, mal por la incertidumbre, mal porque aunque yo pensaba que había hecho un
buen examen tenía muchísimo miedo, miedo racional diría yo, por si tanto
esfuerzo había merecido realmente la pena o no… quería saber YA el resultado!
Y a todo eso se sumaba la gran duda de introducir el examen
en la academia. Yo me tenía totalmente prohibido meterlo porque me habían
hablado de casos de años anteriores que habían resultado ser un desastre (una
chica que según las academias había quedado la 1 y resultar ser la 50 u otra que
aparecía la 600 y ser finalmente la 60), y yo no quería pasar por lo mismo, no
estaba dispuesta a llevarme el palo del siglo. En eso mis amigas y compañeras
de academia estábamos de acuerdo, ninguna iba a meter el examen en un sitio que
no acertaba, que nos parecía tener fiabilidad nula. Pero claro, la curiosidad
mató al gato. Llegó un momento en el que cansada de leer post y post de lo mismo me
dije, ¿por qué no? Así salgo de dudas. Así finaliza un poco el come come que me
está matando. Yo sabía que no iban a acertar con mi número pero lo que quería
era hacerme una idea. No podía estar así hasta el día 28. No podía ni quería.
Necesitaba saber algo. Lo necesitaba de verdad porque me estaba afectando más
de lo que pensaba. Y caí.
Me acuerdo del momento, temblando como si se tratara del
mismo día del examen, di a corregir… y mi cara permaneció impasible. Estaba casi
la 80 de 2000 y pico exámenes. Me sentó como un jarro de agua fría. Hice
mentalmente una regla de tres, y pensé para mis adentros, ¿pero qué mierda es
esta? Tal vez vosotros me leáis incrédulos por lo que digo pero es que yo sospechaba
estar en mejor puesto la verdad, sabía que ese número iba a bajar todavía
muchísimo, eso contando con que todavía se desconocía las preguntas correctas,
impugnaciones, etc. y me entraron unas ganas inmensas de llorar. Me arrepentí
muchísimo de haberlo hecho.
Después de eso, adivinad lo que conllevó ese impulso, dar a
la tecla f5 como si de ello dependiera mi puesto. Para desayunar, merendar,
cenar… f5 a cascoporro. Estaba obsesionada a la par que triste. Si, tristeza
diría que tenía con una mezcla de impotencia. Empezaba a pensar que no me iba a
dar para lo que quería en donde yo quería ya que para ello, de forma
aproximada, hay que quedar entre las 200 primeras.
Llegó el día de la plantilla de respuestas correctas. Permanecía
con la pequeña ilusión de que la academia se hubiera equivocado en algunas,
pero, para mi pesar, en mi caso lo clavó, a pesar de las impugnadas
inicialmente. Tenía los mismos aciertos. Más vale lo malo por conocido, pensé.
Qué remedio.
Y los días pasaban, a pesar de que en mi opinión, en vez de
días, parecían siglos. Una fecha clave, el día de las respuestas provisionales.
Contaba las horas, los minutos hasta aquellas 00:00 en punto de la noche. Esos
momentos previos son horribles, el corazón te va a mil, sientes mareo y miedo,
mucho miedo de que al introducir el DNI estés fuera de juego. Con mis netas y
mi puesto estimado de la academia, yo me hacía más o menos una idea de cómo iba
a quedar pero siempre por lo bajo. A pesar, de que os he dicho que soy una
persona luchadora, como el nombre del propio blog indica, también puedo llegar
a ser bastante pesimista. Y yo lo estaba, porque ya me había llevado muchos
palos y creía que este sería uno más. Al ver mi puesto estimado por la
academia, me llevé una decepción enorme y esperaba que fuera en detrimento. Aunque,
esta vez, ¡¡me había equivocado!! Después de casi gastar la tecla f5, ahí
estaba. Mi nº de orden. Mi nº de plaza. Mi nº en definitiva. Y tras varios
segundos mirándolo perpleja me eché en brazos de mi pareja con una sensación de
felicidad infinita. Lo ves, lo ves, me decía él. No estaba ‘’tan abajo’’ como
pensaba. Qué narices, era un puestazo. Me fui donde mis padres y se lo grité
emocionada. Cuántas veces entre manual y manual me sumergía entre mis
pensamientos e imaginaba ese mismo momento. Y curiosamente, se estaba haciendo
realidad. Por fin. ERA RESIDENTE J
Los que habéis pasado por esto coincidiereis conmigo en que
el posteir es incluso mucho más angustiante que el pre, porque ya están todas
las cartas sobre la mesa, porque no te queda otra que esperar y esperar sin que
puedas hacer nada, porque las dudas se sumergen por tu cabeza constantemente,
es horrible... y más encima si no tienes clara la especialidad, si con tu nº de
plaza no te va a dar para lo que deseas, o si tienes que tomar la decisión de
marcharte fuera de tu casa. Ahora, la verdad, me da un poco de vergüenza
haberme quejado o haberme sentido decepcionada porque siento que soy una
afortunada, lo he conseguido y con un buen puesto y mucha gente que ha
estudiado un huevo también, se ha quedado fuera. Todo mi ánimo para vosotros,
de verdad.
A dos meses de haber terminado el examen, puedo decir que el
verdadero fin de todo esto será el próximo jueves, cuando vea que puedo hacer
matrona en mi ciudad, cuando me den mis papeles de residente y me lo termine de
creer. Hasta entonces, me resigno con seguir esperando como lo he hecho hasta
ahora, con esperanza e ilusión porque las cosas saldrán bien.
Y si todo esto fuera poco, ayer nos enteramos de que no habrá
tantas plazas de matrona como dijeron inicialmente, sino que han suprimido 6 en
Granada. Utilizo mi blog para expresar mi rabia hacia este hecho, ¿a qué
juegan? tenemos que soportar que oferten un nº miserable de plazas aunque las
preguntas sigan y sigan aumentando, que sea un examen injusto en toda regla no
reflejando el estudio realizado, que las impugnaciones las realicen al azar sin
ningún criterio a pesar de ser medio examen impugnable, después de tragar con
todo esto, ahora, a una semana de elección de plazas, gente que tenía su
planning hecho, tiene que modificarlo. No me parece ni medio normal porque
encima, indirectamente pienso que nos afectará a todos. Ya sólo queda rezar
para que no reduzcan más, a este paso nos quedamos sin ninguna. Ya lo habréis
visto pero por si acaso, aquí os dejo el BOE
http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2014-3397
La próxima semana no habrá entrada porque estaré en Madrid, cuando
vuelva ya os contaré por supuestísimo como ha sido mi día de elección de plazas
y si por fin, puedo decir con seguridad que lo he conseguido =)))))) sea como
sea, de lo que estoy segura es que será un día que jamás olvidaré.
Un besazo amigos enfermer@s
V
Estamos todos que mordemos con lo de quitar las plazas de Granada. Es que aunque no queramos la plaza en cuestión o no de la nota, ¿a qué juegan con tan poco tiempo anulándolas? No es justo.
ResponderEliminarMe alegro de que hayas conseguido tu plaza, de verdad. Disfruta de Madrid y esa sensación. A mí me queda un año para eso.
¡Hola! la verdad es que es una injusticia se mire por donde se mire, no lo logro entender, solo espero que no vaya a peor. Lo malo de todo esto es que estamos en sus manos... en fin,
Eliminargracias :):) dentro de un año te toca a ti, me acuerdo perfectamente como el año pasado seguí de cerca la elección de plazas porque tenia amigas allí y pensaba, bua hasta que llegue mi hora... y llegó, como todo en la vida, así que tranquila que el tiempo vuela :) un beso!
Buah, de lo de las plazas de matrona mejor ni comento porque es de coña... ¬¬
ResponderEliminarLa verdad es que el posteir cuando no hay nada seguro y quieres una plaza en tu ciudad se tiene que hacer más que eterno!! Pero ya está, se acabó, te quedan excasos días para acabar el sufrimiento.
Mucha suerte para pillar plaza en tu ciudad y cuéntanos cuando regreses!!
¡Besos!
Se hace eterno si... y eso teniendo un buen puesto, no me quiero ni imaginar la gente que está en la cuerda floja como estará...
Eliminar¡¡Muchas gracias!!! pretendo contaros todo con lujo de detalles ;)
¡Un beso Sta. Jerbi!
Cuanta razón!! Piensas que el EIR termina el 1 de febrero y resulta de que en realidad queda lo pe. Si cuando estás estudiando tienes sentimientos de agobio y miedo, el postErior es ANGUSTIA. Y lógicamente ya no tengo ese sentimiento, pero me sentiré totalmente libre del EIR cuando el 10 de abril pulse el Enter y salga del Ministerio con mi plaza debajo del brazo... Suerte que ya queda menos :)
ResponderEliminarnotassobremiresidenciadematrona.blogspot.com
Comparto tu opinión y te deseo la misma suerte! ya te leeré a ver que tal te ha ido :-)
Eliminar¡Besos!