miércoles, 16 de abril de 2014

Y llegó… ¡el gran día!

¡Hola de nuevo! Como os prometí aquí traigo la entrada tan esperada por mí contándoos como fue mi día de elección de plazas. Lo primero deciros que ya soy oficialmente RESIDENTE DE MATRONA. Feliz es poco, ¡estoy requete feliz! Y lo quiero compartir con vosotros, tanto los que habéis vivido mi misma experiencia como los que estáis luchando para ello (y bueno, para todos los enfermeros, en definitiva ;) Todo el esfuerzo se me ha devuelto con creces, ahora solo deseo que algún día llegue a ser una buena matrona, desde luego, pondré toda la carne en el asador para aprender lo máximo posible en esta bonita etapa que me espera.

El miércoles ultimé los detalles y cogí el tren que me conduciría hasta Madrid. Mirando por la ventana, recordaba con nervios todo lo que había hecho durante el año pasado para que llegara ese día y estaba impaciente por subirme a la tarima y dar el Enter de una vez por todas. La noche anterior a penas dormí, ¡imposible poder hacerlo! y no me importaba, solo quería que pasaran las horas rápidamente hasta que llegara mi turno. A las 6 ya no pude más y me levanté para prepararme, por fin había llegado el gran día de elección de plazas. Cogí el metro hasta atocha con bastante tiempo de antelación. Llegué y al ver el ministerio de frente me entró un fuerte nudo en el estómago, era un edificio tan grande y yo me sentía tan pequeñita, tan acojonada… Di la vuelta a la esquina porque había que entrar por un lateral, donde se encontraban ya unas cuantas eires con sus acompañantes.



Los momentos de espera hasta que abrieron la puerta se me hicieron eternos pero ya iba quedando menos… el lugar donde estuvimos hasta que nos nombraron era pequeño para tanta gente que había y con poca iluminación. Dicho sea de paso, me agobiaba. Una señora empezó a darnos instrucciones de lo que teníamos que hacer al entrar y comenzaron a llamarnos. Los pares teníamos que ir a la mesa derecha y los impares a la izquierda. ¡Con los nervios ya hasta dudabas lo que eras! Además, decían los nombres muy rápido y sin mentar el nº, lo cual me agobió porque no se sabía por dónde se llegaban. Al llegar tu turno tenías que enseñar el dni, te apuntaban y te daban un papel con tu nombre, apellidos, número de plaza. Entrabas, y te ponían una pegatina roja. Pasabas tus cosas por una cinta de seguridad y seguías a la gente hacia el salón de actos.

Al entrar pensé: ¡bueno pues ya estoy aquí! Nos dieron unas hojas con las plazas ofertadas pero la verdad es que ni las miré, yo ya tenía muy claro lo que quería. Solo esperaba poder elegirlo. Nos sentamos y empecé a hablar con mis compañeras que tenía a ambos lados. Tengo que decir que eran encantadoras además de que estuvieron pendientes de mí durante todo el acto. Se agradece encontrarte personas así en esos momentos de tensión.


Después de que todo el mundo estuviera sentado, las ‘’señoras del ministerio’’ comenzaron a hablar y a explicarnos un poco todo. He de confesaros que estaba en la inopia y a penas las escuché. Fue un alivio cuando nos dijeron que se podía utilizar whats up y demás aunque evidentemente se excluían las llamadas. Yo no paré de mensajear con los míos que estaban más pendientes que yo si cabe del acto a través de la página del ministerio.

Nos llamaban de 10 en 10. El primer ordenador era de consulta, y en el último tenías que decir tu nombre y apellidos-especialidad-unidad docente y ciudad. Menos mal que lo iban diciendo por altavoz porque por mucha pantallaza yo no veía nada (que se le va a hacer, soy cegata perdida) Me sorprendió gratamente que en los primeros puestos había bastante comunitaria e incluso enfermería del trabajo. Eso me gusta, y mucho. La tendencia sobre matrona está cambiando en los últimos tiempos y los enfermeros se dejan llevar por lo que les gusta y no por el nº que tienen. ¡Claro que sí!

Según subía la gente para conseguir su plaza los nervios se iban apoderando cada vez más. Y no de forma aleatoria sino porque se estaban agotando las plazas en el hospital que yo quería. Cuando oía Unidad docente de XXXXXXXX, ciudad XXXXXXXXX, me entraba pánico. De hecho, llegó un punto en el que todavía quedaban un porrón de puestos hasta mi tanda y SÓLO una plaza en donde había marcado mi destino. Recé a todos los dioses que puede haber. Esa placita tenía que ser mía, por favor, por favor. Además, me acompañaba el laurel con el que había hecho el examen, WATTUSSI puso en su blog que lo llevaría y, ¿cómo iba a ser yo menos? ¡Con lo bien que me había ido!

Y, ¿Qué creéis que pasó?

Cuando llegó mi turno y subí a la tarima, no me pude creer que iba a ser residente. Que todo el trabajo de meses atrás se vería, por fin, recompensado. Pero había 9 personas delante que no sabía qué iban a coger y pensé, que con lo gafe que era, seguro que alguna me lo quitaría. Aunque había apuntado cuántas plazas se habían cogido consulté en el ordenador, total estaba la última de mi turno y me sobraba tiempo. Y llegó mi puesto, en frente tenía la pantalla de ordenador con todos mis datos y ya sabía, con seguridad, que la última plaza en dicho hospital sería para mí. Al hacerlo por vía telemática, me preguntaron que si ratificaba lo que tenía y yo dije un siiiiiiiiiiiii enorme. Quería dar al Enter antes de tiempo incluso (impaciencia no, lo siguiente) pero me dijeron que me esperara a que dijeran todos mis datos en voz alta. Dirigí el dedo índice al Enter confirmando mi decisión de formarme durante dos años como matrona. Miles de imágenes de estos meses se me pasaron por la cabeza, ¡estaba de los nervios a la par que emocionada! Salí por una puerta lateral que daba a un despacho. Allí te daban un papel con lo que habías elegido, los datos para contactar con la unidad docente estos días y la guía del residente. Di las gracias pero si me hubieran dicho, por ejemplo: ‘’muérete’’, también las hubiera dado. Estaba en otro mundo, en mi mundo. Tanto que me quería ir por donde no era xD se deben de partir el culo con nosotras.

Al llegar al hall del ministerio una chica de seguridad me quitó la pegatina y ya salí por la puerta, pero esta vez, la principal. Tenía ganas de respirar aire puro y gritar al mundo que lo había logrado (pero no lo hice, me contuve jaja). Solo quien lo vive me podrá entender pero solo añadir que es un momentazo con mayúsculas…en ese instante se te olvidan todas las tardes de sufrimiento frente a los apuntes, todos los momentos de bajón con lloros incluidos, todas las miles de dudas que hacen que pierdas la confianza…cuando estaba estudiando, sobre todo en enero, pregunté a una amiga residente si realmente merecía la pena tanto esfuerzo, porque por momentos dudaba y ella me dijo que por supuesto, que ya lo vería. A día de hoy, la doy la razón. El hecho de tener ya segura tu tan merecida plaza os dará una felicidad que nunca pensaríais que se podía tener. Puedes estar feliz, contento, por muchas razones, pero la sensación de haber conseguido algo con sudor y lágrimas, con tantas horas de trabajo bajo la espalda, es maravillosa.

Después de este pequeño inciso deciros que busqué con la mirada a mi pareja, que siempre ha estado ahí conmigo, en las buenas y en las malas, que me ha aguantado como nadie cuando yo misma ni me aguantaba y que ha soportado conmigo, como buen equipo que somos, este largo año de preparación. ¡Cómo no me iba a acompañar en un momento tan importante para mí! Corrimos a abrazarnos como si de una peli se tratara y los dos nos emocionamos enormemente. Aunque yo he sido la que lo he logrado sin él no hubiera sido posible. Ha sido el principal apoyo que deseas tener en una situación así y ahí estábamos abrazándonos como tontos porque al fin, lo habíamos conseguido. No quería soltarle, estaba feliz, muy feliz. Nunca me cansaré de darte las gracias. La recompensa, en este caso, es compartida.

Sobra decir que llamé como una loca a mi madre quien estaba llorando al haber visto mi nombre en la pantalla del ordenador. Mandé whats up a mis amigas… ya sabéis lo típico.

Vi a Ana Rincón y también la di dos besos y la conté medio llorando que lo había logrado. Me acordé en ese momento de que en un simulacro me dijo, dándome la mano, que estaba segura que iba a ser matrona en XXXXXXXX. Y tuvo razón. No se me olvidará jamás.

Me entrevistaron para CTO, a pesar de decirles que era la competencia y tomé un par de fotos. Y después, ¡fui a celebrarlo por ahí como se merecía!

Siempre recordaré esa mañana llena de emociones vividas, de momentos de nervios, tensión y de alegría inmensa. Solo os puedo decir, estudiantes del EIR 2015, que yo hace un año estaba en vuestra misma situación, siguiendo la adjudicación de plazas desde casa, tenía envidia sana y deseaba con todas mis fuerzas que la que se sentara en ese salón de actos un año después, fuera yo. Y se ha cumplido. He luchado para que se cumpliera y así ha sido. Os quedan meses de largo trabajo pero tened siempre presente que lo vais a conseguir y que merecerá la pena. Os lo aseguro. Y cuanto más lo trabajéis y lo preparéis más orgullosas estaréis de haberlo hecho.

Espero que dentro de un año pueda leer con alegría que vosotros, también, habéis alcanzado lo que ansiabais.

Un beso enorme,


V

14 comentarios:

  1. Hola wapisima!me a encantado tu entrada, aunque no haya estado ayi el día de la elección de plazas lo he vivido ahora mismo desde la mesa del escritorio! E de confesar que se me han saltado las lágrimas... Me alegra un montón que hayas logrado esa meta tan ansiada por los que nos lo preparamos, yo vi un parde fotos ese día y sentí esa envidia jejeje bss te espero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Roper, me alegra que te haya emocionado, es que lo he querido contar tal y como yo lo sentí y la verdad es que es algo muy intenso...estate segura que algún día tú vas a estar sentada en ese salón de actos :)

      Eliminar
  2. Me alegro muchísimo por ti y por la plaza conseguida, ojalá te vaya muy bien la residencia. Espero estar con la misma alegría el año que viene :)

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Isi! me va a encantar leer dentro de un año como te fue a ti ese día :)))))) ¡Besos!

      Eliminar
  3. jajaja me ha hecho mucha gracia lo de que si te hubieran dicho "muérete" también hubieras dado las gracias jajaja

    La verdad es que tiene que ser emocionante toda esa experiencia. Ojalá el año que viene yo pueda contar lo mismo.

    Mi más sincera enhorabuena por tu placita de matrona. ¡Ya nos irás contando!

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja es que realmente fue así, al salir del despacho ese pensé para mis adentros si era boba o algo xD aunque supongo que alguno que otro habrá pensado lo mismo que yo.

      Ojalá, de verdad (yn) Muaka!

      Eliminar
  4. Felicidades por tu plaza de Matrona y además en el sitio donde querías!!

    Al leerlo me ha parecido estar allí. Estas historias son las que hacen ver que el verdadero esfuerzo tiene sus recompensas. Espero poder experimentarlo por mí mismas el año que viene.

    Me ha encantado como hablas de tu pareja, se nota el apoyo que ha sido para ti en todo este proceso y lo agradecida que estás. Es bonito que se les reconozca la importancia que se merecen a los que están a nuestro lado en los buenos y malos momentos.

    Ahora a disfrutar de la residencia. ¡Qué ganas de ir viendo cómo te va!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Miles de gracias María.

      Es que a toro pasado, es la persona que ha estado ahí siempre, en cualquier momento, y anda que no he dado barrila con el tema... así que por eso, el éxito es compartido.

      Ya os iré contando todo todito :D un beso guapa

      Eliminar
  5. Ole y ole, enhorabuena. Te lo has currado y ya has tenido tu primera recompensa!! El laurel nos ha dado suerte, jeje. Un besazo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos lo ha dado si :P aunque la mayor parte la hemos puesto nosotras eh jaja. ¡Besos! deseando leer otra entrada tuya

      Eliminar
  6. Por fin me he pasado por tu blog, y me ha encantado el relato de este día que tanto imaginamos algunos, aunque como dices se trata sólo de perseguirlo!

    Iré curioseando por tu blog, que pinta bien :-). Un saludo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasarte y espero que las siguientes entradas sean de tu agrado ;-) ¡bienvenida!

      Eliminar
  7. Enhorabuena!!! Disfruta de esa merecida plaza!!

    Nunca olvides que ha sido tu esfuerzo lo que te ha llevado a esa plaza. Puedes estar muy orgullosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué alegría me ha dado el verte comentar!

      Está claro que ha sido a base de esfuerzo y dedicación pero sin tu ayuda, motivación... no hubiera sido lo mismo. Mil gracias por todo lo que haces por nosotros, me alegra saber que sigues ayudando a los futuros EIRES, vales mucho Ana! Nunca se me olvidará el apoyo que me diste!

      Eliminar